Dios nos da la oportunidad de conocerlo
Jesús dijo una verdad poderosa en Juan 15:16:
"No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros..."
Esto nos recuerda que nuestra salvación no comienza con nuestro esfuerzo, sino con la iniciativa del amor de Dios. Él sale a nuestro encuentro, como lo hizo con Saulo de Tarso en el camino a Damasco.
El encuentro que transformó a Saulo para siempre
Saulo de Tarso no era un criminal común. Era un hombre culto, formado a los pies de Gamaliel, uno de los más grandes rabinos de su tiempo. Tenía ciudadanía romana, era fariseo de fariseos, celoso de la ley y completamente convencido de que su misión —perseguir a los seguidores de Jesús— era un acto de fidelidad a Dios.
Era un perseguidor de cristianos, sí, pero también un hombre lleno de celo religioso, orgullo intelectual y una fe sin revelación. Su visión del mundo estaba deformada por la tradición, y aunque pensaba estar sirviendo a Dios, en realidad estaba resistiendo al mismo Dios que decía amar.
Estaba convencido de que los cristianos eran una amenaza… hasta que Dios lo detuvo.
En el camino a Damasco, con cartas en mano para arrestar a los creyentes, una luz del cielo lo rodeó y lo derribó. Fue ahí donde escuchó una voz que no solo detuvo su viaje, sino que quebró su mundo interior:
"Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" (Hechos 9:4)
Aquella pregunta no solo lo sacudió físicamente, sino espiritualmente. Saulo creía estar cumpliendo una misión divina, pero ese momento le reveló que estaba peleando contra el mismo Dios al que creía servir.
No fue una religión, no fue un debate, no fue un sermón. Fue un encuentro personal con el Cristo resucitado.
La luz lo dejó ciego por tres días, una representación perfecta de su estado espiritual: había vivido en oscuridad, aunque creía ver. Pero en ese quebranto, Dios comenzó su obra. Saulo fue llevado de la mano, humillado, confundido… pero dispuesto a escuchar.
Y fue entonces, en esa vulnerabilidad, cuando Dios envió a un discípulo obediente, Ananías, quien oró por él. Las escamas cayeron de sus ojos, se levantó, fue bautizado, y recibió al Espíritu Santo.
Desde ese momento, su vida fue transformada por completo. Ya no era el perseguidor… ahora era el perseguido.
De enemigo de la fe, se convirtió en el mayor defensor del Evangelio.
De fanático de la ley, a predicador de la gracia.
De orgulloso fariseo, a siervo de Jesús.
De Saulo… a Pablo.
Y esa transformación fue tan radical que estuvo dispuesto a entregar su vida, no por una religión, sino por la persona que lo encontró en el camino: Jesús.
De perseguidor a siervo
Más adelante, el mismo Saulo —ahora Pablo— escribe con convicción:
"...cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo... y las estimo como basura, para ganar a Cristo." (Filipenses 3:7-8)
Este testimonio nos muestra cuán profundo fue su cambio. Pablo consideró todo su pasado, sus logros y su reputación como nada, comparado con el valor de conocer a Jesús.
Solo a través de Cristo hay vida nueva
El mensaje del Evangelio es claro: no importa tu pasado. Lo que determina tu futuro es qué haces después de encontrarte con Jesús. La salvación no depende de obras, sino del nuevo nacimiento que solo Él puede dar.
Para recibir esta vida nueva, necesitas:
- Arrepentirte de tus pecados
- Confesar a Jesucristo como tu Señor y Salvador
- Nacer de nuevo del agua y del Espíritu (Juan 3:5)
Eso fue exactamente lo que sucedió con Saulo. Cuando fue visitado por el discípulo Ananías, creyó, se bautizó, y fue lleno del Espíritu Santo. Su pasado fue sepultado y resucitó a una vida nueva en Cristo.
📖 Cita Bíblica central:
2 Corintios 5:17 (RVR1960)
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
🙏 Oración para comenzar una vida nueva
Señor Jesús, gracias porque tú me buscaste primero. Gracias por tu amor, por tu perdón y por darme la oportunidad de comenzar de nuevo. Hoy decido arrepentirme de mis pecados, creer en ti, y entregarte mi vida por completo. Ayúdame a caminar en esta vida nueva, con tu Espíritu guiándome cada día. Que así como Saulo, mi encuentro contigo sea el inicio de un propósito eterno. En el nombre de Jesús. Amén.
🎬 Mira el devocional en video
🟡 Haz clic aquí para ver el video completo en nuestro canal de YouTube:
📺 Ver el devocional “Vida Nueva” en YouTube
🛒 Recursos adicionales
📘 Adquiere mi libro: La Iglesia Apostólica: Restaurando la Misión de Dios en la Tierra
🌐 Conéctate con nosotros y accede a más contenido gratuito:
✅ Conclusión
No estás leyendo esto por casualidad. Tal vez hoy sea tu día de vida nueva.
Jesús te está buscando… ¿Responderás a su llamado?